Hace unos meses os conté que estaba tratando de retomar mis estudios universitarios 35 años después de tener que dejarlos por motivos de fuerza mayor.
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Casi consigo que me dejen matricularme. Parece que los sistemas informáticos modernos no se llevaban bien con los expedientes en blanco y negro como el mío. Pero a finales de octubre me matricularon. Y las cosas han cambiado mucho desde mis años mozos a los actuales en las universidades españolas.
Una vez que me dicen que me puedo matricular empezó una prueba de fuego burocrática. Me pasaron la lista de asignaturas que me convalidaban y luego los créditos que me faltaban para conseguir el título, pero divididos en tres grupos. Cuando yo dejé de ir a clase tenía pendientes 7 asignaturas… ahora se habían convertido en 17. Los motivos es que algunas que en mi época eran una asignatura ahora eran dos; otras que eran dos originalmente ahora eran tres o cuatro. Luego teníamos que sumar asignaturas que no existían cuando yo estudiaba (por ejemplo Derecho de la Unión Europea) y las optativas.
Ese aumento de asignaturas me desmoralizó, pero al final decidí que probaría para ver si por lo menos era capaz de sacar alguna asignatura suelta. Mi idea era coger dos en cada cuatrimestre… pero fue imposible. Las asignaturas que tenía yo pendientes eran originalmente de cuarto y quinto (ahora solo hay cuatro años) pero con los desdoblamientos tenía asignaturas pendientes de todos los cursos. Pero las que tenía de primero solo se impartían en el segundo cuatrimestre. De resultas que nada más quedaban dos asignaturas posibles en el primer cuatrimestre. Pero una tenía un examen parcial 7 días después de que yo me matriculase y la otra lo tenía 17 días después. Así que me matriculé de la que tenía el examen a los 17 días (en ese plazo me veía capaz [lo malo de pensar que uno tiene 20 años porque va a la Universidad]). Y me deje tres asignaturas para el segundo cuatrimestre.
Pero cuando voy a confirmar la matrícula el sistema no me deja… resulta que hay una serie de normas internas que no te permiten matricularte en una troncal de tercero si no tienes todas las troncales de segundo aprobadas y cosas semejantes… y no me permitían matricularme en ninguna asignatura optativa si tenía obligatorias de primero pendientes… y algunas reglas más que me iban reduciendo el ámbito de matriculación. Para hacerlo corto: estuve a punto de romper la matrícula y dejarlo estar.
Menos mal que los compañeros de la Secretaría de la Facultad de Derecho tuvieron conmigo una paciencia infinita (y yo siguiendo los consejos de un jefe mío, me puse a recorrer departamentos y a ponerme pesado) y me hicieron un traje a medida a mano para poder cuadrar asignaturas, créditos mínimos y horarios.
Así que ya estaba matriculado a finales de Octubre… y aquí dejo el primer capítulo del diario. Voy a aprovechar estos días que estoy de vacaciones (y creo que he aprobado la asignatura en la que estaba matriculado) para seguir contando los cambios entre la universidad en más de tres décadas. De momento la burocracia seguía igual… mucha administración electrónica, matrícula Web… pero al final si no hay unas personas humanas detrás resolviendo los problemas nada se soluciona.
La entrada Diario de un universitario casi sesentón: volviendo a la universidad 35 años después (I) se publicó primero en Al otro lado del mostrador.
